(En recuerdos, en parques, en la almohada. En
mi piel, en nubes, en botellas. En mapas, calendarios, y esperanzas. En
palabras, en esquinas, en el cielo. En árboles, balcones y en movimientos. En
atardeceres, en palabras, en espejos. En sándwiches, en llantos, en delirios.
En lengua, en muros, en vuelos. En bailes, en papeles, en sonrisas. En cálculos,
en amigos, en caminos. En olores, en canciones, en mi pecho. En lo que
escribes, lo que haces, lo que sientes. En lo que escribo, lo que hago, en lo que
siento. En todos lados te he buscado; y en todo momento te encuentro.)
poesía callejera en movimiento
liberen al verso, déjenlo andar...
lunes, 14 de enero de 2013
martes, 23 de octubre de 2012
Soñar con ser niño
(...y escribir en las paredes para lograrlo)
Aunque les parezca difícil de creer todos alguna vez fuimos chicos, y también creo que todos alguna vez dijimos "cuando sea grande quiero ser...". Aviador, futbolista, músico, astronauta, eran los más comunes; doctor, pintor, bombero parecían también buenas opciones; al parecer hubieron algunas excepciones como algún Eliecer que quiso ser poeta y alguna Mariana que quiso ser canción. Mi versión más joven quiso ser muchas (y muy variadas) cosas; pero ahora, un tiempo después, sueño que al crecer pueda llegar a ser un niño, sí, simplemente un niño. Sin dudas conozco mucha gente que lo ha logrado, y este es el caso de los integrantes de Accion poetica tucuman, estos chiquilines consiguieron llamar la atención de muchos adultos con el viejo truco de escribir en las paredes. Pero claramente su mayor infantilismo es el acto de escribir poesía, que sin dudas es el más pueril de todos los géneros literarios, repleto de poetas impúberes encerrados en caparazones sexagenarios. La verdad es que este blog ansía crecer para ser un chico y hacer lo que hacen ellos (de los cuales me declaro ferviente admirador de sus inmadureces); y yo sueño con que algún día llegue a ser niño, y quizás poeta (que no es otra cosa más que ser un niño enamorado).
Ahora lo importante: algunos ejemplos de su "poesía como parte del paisaje urbano".
Por ultimo una imagen que me agrado mucho pero que creo que no fue realizada por ellos porque claramente no está firmada, quizás fue algún burdo imitador, o quizás el pincel de un loco soñador...
viernes, 31 de agosto de 2012
(Último) Primer paseo
Postes, lapachos y poetizas
La mejor manera de poetizar no es escribiendo, sino viviendo, o mejor dicho sintiendo la vida. Una vez sentí poesía en mi interior, pero sabía que no había nacido de mi, que solo existía porque otra persona la había sembrado allí y la había hecho crecer alimentándola de pasión. Aquello que sentí fue tan fuerte que tuve el coraje de intentar escribirlo, lamentablemente mis capacidades de escritor no son las ideales, y no llegue a expresar ni siquiera una mínima parte de lo sentí… Así nació este texto, ella sembrando la poesía en mí y yo tratando de poner las palabras, porque ella es la verdadera poetiza y yo sólo fui el papel.
Si no se entiende, el texto original dice algo así:
Alas negras
Ángel de
alas negras, llévame a volar contigo, regálame un ultimo beso aunque sólo sea
el beso de la muerte. Mujer de dos corazones, ambos abiertos al amor; cuánto
daría yo por poder alojarme en uno. Escultora de mis mejores alegrías, sólo tus
manos maltratadas y suaves, pueden modelar mis pesadillas y convertirlas en
sueños de utopía. Leona imprevisible, tus caricias son poesía, y tus mordidas
son caricias; tu adictivo veneno mata de amor. Cuando duermes eres como el
bosque, silencioso y atrapante bañado por la luna, verte dormir es como soñar,
con un milagro de paz y ternura. Niña de
la sonrisa de sol, te pido que nunca dejes de sonreír, porque tu sonrisa hace
cantar a las flores, y en las aves hace florecer el amor. Que pálido es mi
camino sin tus pasos, que vacío que es el mundo sin tu arte, que silenciosos son los días sin tu risa, que
frías que son las noches sin tu pasión. Ahora
en la oscuridad de mi vida, tus ojos todavía alumbran, y como brillantes
puñales de cristal, se clavan en mi mente, desangran mi corazón. Pero tus ojos
no me dañan, y tus besos no me matan; sólo me daña tu ausencia, sólo me mata mi
esperanza. No te preocupes ángel de alas negras, tanta luz me diste que nunca
volverá la total oscuridad, y tanta vida me regalaste, que aunque vivir no sea
lo mismo; la muerte nunca me encontrará.
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